La fecha, establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), busca concientizar y prevenir este tipo de episodios que representan la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad en adultos, a nivel mundial.
El accidente cerebrovascular o ACV (por sus siglas) es la lesión producida por la interrupción del suministro de oxígeno, de manera sostenida, en el tejido cerebral y se clasifican como Isquémico o Hemorrágico. El primero sucede cuando ocurre una obstrucción al flujo de sangre en alguno de los vasos arteriales que irrigan el cerebro; mientras que en el segundo se produce la ruptura de alguna de las arterias que irrigan el tejido cerebral.
Los datos estadísticos en nuestro país estiman que se produce un ACV cada 4 minutos y más de 18 mil personas mueren por esta causa. Además, representa la primera causa de discapacidad en nuestro país y a nivel global. Otro crudo dato es que esta cifra de fallecidos representa la segunda causa de muerte en nuestro país.
Si bien los hombres tienen más riesgo, más mujeres mueren por ACV. En Argentina del 100% de las personas que tienen un ACV, más de la mitad son mujeres. El ACV es una causa de muerte muy importante en mujeres; la mortalidad por ACV es mayor en mujeres que por cáncer de mama.
Síntomas.
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El ACV se presenta con debilidad o adormecimiento de una parte de la cara, un brazo o una pierna (generalmente de un mismo lado del cuerpo).
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Otro de los síntomas son confusión o dificultad para hablar o entender.
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A estos hay que sumarles pérdida súbita de visión de uno o los dos ojos, pérdida de equilibrio o coordinación; además de dolor de cabeza intenso, súbito y persistente.
Factores de riesgo.
Entre los factores de riesgo asociados al ACV se encuentran la hipertensión arterial, que juega un rol preponderante en ambos tipos de cuadros: en el ACV hemorrágico, el 85% de los pacientes son hipertensos y alrededor del 50% lo son en el caso del ACV isquémico. Por otro lado, el sedentarismo, el aumento de colesterol y lípidos en la sangre, el incremento de la proporción cintura-cadera, el tabaquismo, una alta ingesta de alcohol, enfermedad cardíaca y diabetes son factores asociados, así como también el síndrome de apnea/hipopnea obstructiva del sueño.
Cómo prevenir.
El control de los factores de riesgo previamente mencionados es fundamental para prevenir un ACV acompañado de un tratamiento adecuado de las patologías predisponentes y un chequeo médico periódico, sobre todo en pacientes con factores de riesgo no modificables.